Hace unos meses estuve muy activa dentro de algunos grupos de desescolarización. Cómo creé este blog para ir comentando lo más común que siempre me preguntan y tengo toda una cuenta de Instagram para que las familias vayan viendo los resultados, yo sólo les pasaba el link de ambos luego de alguna introducción y me ahorraba mucha explicación repetida.
Cómo mi información estuvo expuesta a un gran número de personas los mensajes privados con preguntas fueron la orden del día. La mayoría de las consultas eran las mismas preguntas que están en el blog. Otras se dio la dinámica de ahondar más y revisar varios casos y despejar dudas.
Resultado del Unschooling
Luego de media semana muy activa pude dar con la dificultad que tiene la mayoría de las familias a la hora de integrar el unschooling a sus vidas
Cuando les comentaba que el primer paso para que un niño pueda ser autónomo es dejar que se aburra todos los padres me decían lo mismo: “Yo conozco a mis hijos, no son como los tuyos, si los dejo hacer lo que quieran estarían todo el día jugando computadora y viendo YouTube”. TODAS las personas haríamos algo similar, no es que mis hijos no hicieron eso o nosotros mismos como adultos no lo hagamos también. Los niños son seres humanos y les pasan las mismas cosas que a nosotros, ¿o es que al inicio de unas vacaciones de nuestra rutina lo primero que hacemos es tomar nuestro trabajo para ver qué cosa nueva aprendemos? o más bien pensamos como recargar baterias, hacer algo que no requiera mucho esfuerzo y divertirnos. Los chicos no son distintos.
Desescolarizar a los adultos primero
Tenemos el cerebro escolarizado y somos muy duros con nosotros, con los niños y con muchas circunstancias. Y entonces empiezan las comparaciones, las competencias y las estructuras. Ser Unschooler requiere de un estructura, no es que no la tenga, solo que no es la estructura de la escuela. Su rigidez radica en la disciplina y el hábito, su flexibilidad en el conocimiento.
Poner límites, decir “NO” a abusos de parte de los niños y hacerles saber exactamente la acción en la que están incurriendo no es tarea sencilla y mucho menos agradable.
Refuerzos Positivos que son Negativos
Supongo que es parte de lo que queda en mi cerebro escolarizado el sólo colocar casos de éxito en mi instagram y es que la verdad no dan ganas de tener cerca un teléfono a la hora de estar molestos o exponer a los niños en un momento de vulnerabilidad, de hecho e intentado captar algún momento desagradable reciente y mis hijos me pidieron que no lo publicara y respeté su decisión, ellos ven cada foto que subo y algunas de las fotos me la piden ellos que las suba.
Entonces decidí traerles este escrito, para que sepan que detrás de cada foto feliz hay meses, semanas, días y a veces años de dudas, alegrías, miedo, revelación, temores, esperanzas y de molestias.
Mucho ensayo y error y muchos perdones entre todos: yo con mis hijos, mis hijos conmigo, yo conmigo misma y ellos consigo mismos.
Muchos fantasmas aparecían en cada acción que tomaba al iniciar este proceso, porque es un proceso familiar. Años más tarde (ya casi cuatro desde que lo vengo planificando y más de dos desde que lo practicamos formalmente) ya estoy mucho más segura que éste es el camino que más le conviene a mi familia, de hecho, pasa que ya puedo ver frutos que me dan la razón de que el resultado iba a ser lo que esperaba y a veces excede mis expectativas.
Confianza y Paciencia
Pero eso no siempre fue así. No siempre tuve esta confianza en mis capacidades, no sé si se me hizo más sencillo el que siempre he tenido la certeza que cuando nacemos somos perfectos y que es la sociedad la que con sus normas arbitrarias nos hace perder la esencia, entonces desde el día 1 confié en las capacidades de mis hijos y por eso desde sus inicios tuve la humildad de aprender de ellos.
Mi batalla era (y es) conmigo misma, lo dura que puedo ser conmigo y como lo reflejo en los demás.
Por eso invito a los adultos que estamos involucrados en la desescolarización a que seamos más transparentes, que escribamos más sobre nuestros errores y acompañemos a las nuevas familias desescolarizadas.
Por eso invito a los adultos que estamos involucrados en la desescolarización a que seamos más transparentes, que escribamos más sobre nuestros errores y acompañemos a las nuevas familias desescolarizadas.
Primero desescolarízate tu y abraza el unschooling como un proceso familiar y no como un tipo de educación para tus hijos. Luego vive, ten paciencia y confianza.
8 comentarios en “LO QUE NO VES (y no te preguntas): Detrás del resultado del Unschooling”